PLAGAS Y ENFERMEDADES
6.1. Plagas
- Trips (Frankliniella spp.): Se trata de una plaga cuyas larvas producen daños al alimentarse de los tejidos de la planta. Los síntomas que se manifiestan son la caída de pétalos, aborto de flores y deformación de frutos. Las hembras adultas producen daños al ovipositar, dando lugar a verrugas como consecuencia. Además, esta plaga origina también daños indirectos, ya que son transmisores de virus.
Para su control es conveniente la realización de medidas preventivas, tales como la eliminación de malas hierbas y la colocación de trampas adhesivas azules. Para la lucha biológica, resulta efectivo el empleo de depredadores como Amblyseius swirskii u Orius spp. El control químico se debe realizar mediante aplicaciones insecticidas compatibles con la fauna auxiliar. Si la densidad de población de la plaga es alta, las aplicaciones serán más frecuentes.
- Ácaros (Tetranychus spp.): Se presenta fundamentalmente cuando las temperaturas son altas (30ºC) y el ambiente seco. Los síntomas que aparecen son unas punteaduras de color amarillo en el haz de las hojas y a lo largo de los nervios principales. Posteriormente, estas punteaduras se tornan de color marrón y se abarquillan, obteniendo un aspecto polvoriento. Finalmente, dichas hojas se desecan y caen. Es frecuente también encontrar finas telarañas en el envés de las hojas afectadas. Si el ataque es muy fuerte, la planta amarillea, se torna de color cobrizo y acaba muriendo. Los ácaros también pueden afectar al fruto, provocando en él una coloración rojo oxidado.
Para evitar la propagación de esta plaga se deben llevar a cabo una serie de medidas preventivas:
- Aumento de la humedad relativa
- Manejo de material vegetal sano
- Eliminación de malas hierbas y material infestado
- Adecuado marco de plantación, de forma que no exista contacto entre plantas consecutivas
- Evitar exceso de abono nitrogenado
- Uso de plantas cebo
- Tratamientos químicos durante el invierno (en este periodo la plaga permanece inactiva)
Otro método de control es la lucha biológica mediante la utilización del ácaro depredador Phytoseiulus persimilis. Si la infestación es severa, será necesaria la intervención química. Es fundamental realizar aplicaciones alternando acaricidas con modo de acción diferente para así evitar la aparición de resistencias.
- Mosca y gusano de la fruta (Anastrepha spp.; Ceratitis capitata): Son plagas cuya actividad máxima se desarrolla durante el verano. Los daños son producidos por larvas que se introducen generalmente en el fruto maduro, se alimentan de la pulpa y dejan sus excrementos dentro del mismo. Además facilitan un punto de entrada para otros patógenos.
Para el control de estas plagas se debe recurrir a los siguientes métodos:
- Colocación de trampeo masivo.
- Suelta de machos de su misma especie previamente esterilizados.
Como control químico se deben aplicar insecticidas autorizados de manera localizada.
- Barrenador del tallo (Epialus spp.): Los síntomas son originados por las larvas, las cuales provocan el engrosamiento del cuello del tallo. Cuando éstas penetran el mismo, originan numerosas galerías. Como consecuencia de estos daños, la apariencia de la planta se vuelve clorótica y posteriormente se necrosa y muere. Para su control se deben aplicar insecticidas autorizados de manera localizada.
6.2. Enfermedades
- Pudrición del fruto (Botrytis cinerea): Se trata de un hongo que se refugia en los tejidos senescentes, para que a la salida del invierno, sus esporas sean diseminadas por el viento o las gotas de lluvias.
Los daños más importantes se manifiestan en el fruto, provocando en ellos un ablandamiento que finaliza con una masa de micelio que cubre todo el fruto. También, provoca daños en tallos y hojas, dando lugar a masas de micelios sobre éstos.
En la recolección es preciso descartar los frutos afectados, ya que si entran en contacto con los sanos pueden infectarlos.
El control de este hongo es muy importante debido a su capacidad para sobrevivir como saprófito. Se debe evitar el exceso de humedad, ya sea disminuyendo la dosis y frecuencia de riego, aumentando el marco de plantación o ventilando. También es conveniente retirar restos de poda y tejidos enfermos, cortándolos a ras de tallo y utilizando siempre herramientas desinfectadas. Para su control químico se deben realizar tratamientos preventivos, durante la floración y tras las lluvias. Se recomienda alternar productos de diferentes grupos sistémicos.
- Verticillium spp.: Se trata de un hongo que afecta a raíces y tallos originando en ellos manchas oscuras. Como consecuencia de la oclusión del sistema vascular de la planta por parte del micelio del hongo, las plantas dejan de crecer, las hojas se marchitan y amarillean y/o se tornan de color oscuro.
Para el control preventivo de este hongo se debe contar con un correcto drenaje. En caso de que la enfermedad sea severa, se debe recurrir a la eliminación del material vegetal infectado.
- Chancro de las raíces: Se trata de una enfermedad bacteriana que causa sobre las raíces (Agrobacterium tumefaciens) o en el cuello (Agrobacterium rubi) gruesas excrecencias agalliformes. Estas formaciones obstaculizan la circulación de la savia, provocando la muerte, o bien, pueden permanecer débiles y escasamente productivas. Las agallas formadas sirven como reservorio a otros patógenos por lo que durante el invierno se observan con pudriciones y coloraciones pardas.
Cualquier labor que pueda causar heridas en las raíces, puede favorecer la diseminación de estos hongos. Por tanto, para llevar a cabo su control, se deben eliminar aquellas plantas procedentes de vivero con síntomas evidentes. Además, se deben eliminar en su totalidad las partes afectadas de la planta y llevar a cabo una buena desinfección del material empleado.
- Pudrición de raíces (Phytophthora spp.): Estos hongos se ven favorecidos por la presencia de agua libre en el suelo y temperaturas comprendidas entre 13-19ºC.
Los primeros síntomas se manifiestan en las hojas (necrosis del margen del limbo foliar y marchitez) y en los brotes (clorosis y posterior marchitez). Por otro lado, las raíces se necrosan, por lo que el número de brotes disminuye, así como también el vigor de la planta.
Para llevar a cabo un control preventivo, se debe evitar la plantación en suelos con drenaje deficiente, evitar el exceso de riego, eliminar material sintomático, etc.
- Antracnosis (Glomerella cingulata; Colletotrichum spp.): Esta enfermedad se manifiesta originando pequeñas manchas de color oscuro en los tallos y manchas pardas circulares rodeadas de un aro púrpura en las hojas.
Para el control preventivo de esta enfermedad se deben realizar una serie de labores culturales. Para llevarlas a cabo es importante evitar cualquier tipo de herida (en caso de ser necesario, controlar las heridas realizadas), eliminar el material vegetal afectado, podar para que la planta se encuentre bien aireada, reducir la humedad relativa del ambiente, etc. En caso de ser necesario el control químico, se deben realizar aplicaciones alternas con insecticidas a base de cobre.
https://infoagro.com/documentos/el_cultivo_mora.asp
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